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Estimulación Temprana

Activando mis neuronas y aprendiendo juntos.

La primera infancia, es la etapa del ciclo de la vida que transcurre desde la gestación hasta los 8 años de edad. Es el período de mayores cambios y es el tiempo más receptivo al aprendizaje, desarrollo y funcionamiento de los sentidos; donde se abarca el avance motor, y todo lo relacionado con el desarrollo mental el conocimiento (cognitivo), lo psicológico y socio-afectivo.

En los primeros 3 años de vida, todos los niños interactúan con el ambiente, exploran, investigan, descubren, se desarrollan y aprenden muchas cosas sin necesidad de que un adulto los dirija o les enseñe todo; esto se da porque durante estos primeros años de relacionarse con el mundo que les rodea, el cerebro aprovecha al máximo todas las posibilidades de aprendizaje y es cuando los niños están más receptivos, Por esto es tan importante la estimulación durante estos primeros años de vida, y de ahí viene el nombre de “temprana”, porque se debe dar durante ésta edad temprana del niño.

Es importante tener claro que estimular no es manipular ni acelerar, sino favorecer experiencias enriquecedoras para su sano y productivo desarrollo, convirtiéndose en un medio agradable de exploración, formación, prevención y adquisición de destrezas.

El desarrollo neuromotor está establecido por edades y logros, por ejemplo se espera que un niño pueda empezar a caminar alredor del año de edad, que pueda sentarse alrededor de los 6 meses de edad, que de vuelta en la cama como a los 5 meses etc….Los niños con síndrome de Down por lo general presentan una demora en ese desarrollo neuromotor, ya sea por la hipotonía (bajo tono muscular), por alguna condición de salud especial que presente, o en muchos casos por no tener una guía adecuada de trabajo. Por esta razón la estimulación temprana oportuna se convierte en una necesidad inmediata, cuanto más pronto ingrese en un programa adecuado de estimulación seguramente mejorará y favorecerá su desarrollo. En muchos casos, el desarrollo del niño con síndrome de Down no tiene diferencia con la de otro niño que no lo tiene; porque durante la estimulación temprana se aprovechan sus habilidades, se pueden moldear sus actitudes y enseñarle cómo hacer lo que no ha podido lograr, reforzando las áreas que necesite a través de un adecuado proceso de estimulación.


Las áreas que debe contemplar un buen programa de estimulación temprana deben ser:

 

 

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